Sin duda te habrás preguntado alguna vez porque envejecemos, y también tal vez hayas llegado a pensar que el envejecimiento es causado por la degradación de nuestras células y el desgaste de nuestros órganos.

A veces no es necesario envejecer para morir. Si alguno de nuestros órganos comienza a fallar, no importa que todo lo demás funcione al 100% si se trata de un órgano vital, este desencadenará o colapsará el funcionamiento de los órganos que nos mantienen sanos y moriremos.

¿Pero, podría ser el envejecimiento de nuestro cerebro el causante de ser o no longevos?, si bien es conocido que los cambios en el sistema nervioso con la edad nos producen afectaciones en nuestros movimientos, sentidos y nuestra capacidad para recordar y pensar ágilmente, algunos investigadores han encausado su interés en la capacidad del cerebro para mantenernos vivos por mas tiempo.

La descomposición de los nervios o la afectación de nuestras neuronas nos puede llevar a padecer enfermedades como el Alzheimer o problemas de índole mental. Esto no significa que estos males puedan o no ocurrir en etapas tempranas de la vida, si tomamos por ejemplo a la esquizofrenia o el Parkinson que puede desarrollarse en etapas tempranas de la vida, podríamos decir, que no necesariamente algunos problemas relacionados con nuestro cerebro necesariamente influyen en nuestra longevidad.

Lo que si sabemos es que en enfermedades como el Alzheimer, y la neurodergeneración van aumentando en nuevas zonas del cerebro hasta llegar a la muerte. (http://www.fgcsic.es/lychnos/es_es/articulos/envejecimiento_neurodegeneracion)

La manipulación de la actividad cerebral para reducir el envejecimiento.

En un articulo de la revista Inverse (https://www.inverse.com/article/60177-scientists-pinpoint-neural-activity-s-role-in-human-longevity) algunos científicos como el Dr. Bruce Yankner Profesor de genética y Neurología de la facultad de medicina de Harvard, están realizando investigaciones para lograr una mejor comprensión de la base molecular del envejecimiento cerebral y de cómo este envejecimiento pasa al estado patológico que da lugar a trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer o la enfermedad de Parkinson.

Estos proyectos se dividen en dos grandes áreas y una de ellas investiga la relación que guarda el daño del ADN y la expresión genética alterada en el proceso del envejecimiento y en particular del envejecimiento del cerebro. (https://www.hms.harvard.edu/dms/neuroscience/fac/Yankner.php)

Según el articulo de Inverse, se sugiere que el secreto para vivir más tiempo puede estar relacionada con la actividad neuronal, que se acelera y disminuye a medida que envejecemos. Demasiada actividad en el cerebro se relaciona con periodos mas cortos de vida, según un estudio publicado por la revista Nature. Mientras que si se regula o suprime la sobreexcitación neuronal la vida se extiende.

Según el estudio y revisando cientos de cerebros humanos sanos donados para la investigación que lleva a cabo el Instituto Blavatnik de la Facultad de Medicina de Harvard (EE.UU.), se descubrió que los cerebros de las personas que oscilaban entre los 85 y 100 años de edad, tenían una expresión significativamente menor de genes relacionados con la hiperactividad neuronal que aquellos que murieron décadas antes (de 60 y 80 años).

La proteína REST

Un papel fundamental en la regulación de la actividad neuronal, la tiene una proteína denominada REST. Una investigación sugiere que la proteína REST suprime los genes involucrados en la excitación neuronal, es decir en los componentes estructurales de la sinápsis.

 En pruebas de laboratorio realizada en animales, el equipo de investigación vio que el bloqueo de REST condujo a una mayor actividad neuronal y por consiguiente a una muerte mas temprana, mientras que impulsar el descanso hizo lo contrario, es decir, a una menor actividad neuronal y posterior muerte. Al parecer, regular el crecimiento celular provocado por la sobreexcitación neuronal promueve la longevidad ayudando a las personas a vivir vidas más largas y saludables.

Es sabido que nuestro cerebro nunca deja de producir neuronas, como se creía algunas décadas antes, sin embargo, la actividad neuronal, también se asocia a la posibilidad de no sufrir de enfermedades como el Alzheimer o demencia senil, por lo que la línea entre lo que es reducir la actividad y la sobreexcitación neuronales, parece no tener un claro horizonte en la vida cotidiana. El Dr. Yankner advierte que, sin ensayos clínicos controlados, es imposible sacar conclusiones sobre los humanos y como es que esta investigación se aplica a nuestras vidas, por lo que el estudio no es definitivo y parece plantear mas preguntas que respuestas.

 

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