Seguramente has escuchado la famosa frase de James Clear;

Los costos de tus buenos hábitos se darán en el presente; los costos de tus malos hábitos se darán en el futuro”.

A veces nos parece que llevar o iniciar un nuevo conjunto de acciones para hacerlos hábitos es terriblemente desgastante, tanto física como mentalmente.

Si alguna vez te has dado a la tarea de correr por las mañanas, muy probablemente al segundo día podrías estarte cuestionando muy seriamente lo difícil que es llevar esta acción día tras día.

Se vuelve muy difícil modificar hábitos previos como el no tener que desvelarnos, prepararse para salir de la cama cuando aún no sale el sol, sentirnos adoloridos de la corrida del día anterior y descubrir tristemente que lo que deseamos y lo que hacemos no siempre coincide.

Descubrimos que la motivación en muchos casos rebasa nuestra realidad y nos confrontamos a la eterna lucha del ser y el deber ser, descubrimos que no siempre estamos listos para adquirir un hábito y que hacerse de uno “duele”.

“Tus hábitos determinarán tu calidad de vida”

Esta frase de Denis Waitley, es sin duda una advertencia de lo que los hábitos representan en nuestra vida.

Lastimosamente, parece ser que los malos hábitos son más reconfortantes y menos demandantes que los hábitos saludables.

Pero qué pasa si desmenuzamos una actividad en pequeños cambios para volverlos al final del proceso en una rutina?

Y qué pasaría si esta rutina se vuelve sencilla en apariencia y al paso del tiempo se nos convierte en un hábito?

Si lo analizamos a conciencia, podemos darnos cuenta de que justamente así es como funcionan la mayoría de los malos hábitos, como ver la televisión muchas horas o pasar el tiempo al frente de nuestro móvil pudiendo obtener más beneficios con otro tipo de acciones, llegan a nosotros casi sin darnos cuenta.

Qué son los hábitos atómicos?

James Clear, creador de su revelador libro “Hábitos atómicos” lo define como “aquellos pequeños cambios incrementales que se acumulan con el tiempo y que conducen a resultados significativos”.

Clear argumenta que éxito, no se trata de lograr un solo objetivo, sino de progresar constantemente hacia el resultado deseado, haciendo ver la posibilidad de visualizar los contratiempos y fracasos como una oportunidad para aprender y mejorar.

El empresario y ejecutivo Ben Casnocha nos sugiere de “disfrutar el viaje tanto como la meta propuesta”.

La clave de desmenuzar un hábito en diferentes rutinas radica en la posibilidad de aprovechar los hábitos actuales de nuestras vidas con otro nuevo, de manera que podamos redireccionar este de manera que la anexemos a nuestras rutinas de manera que estas se mantengan.

Otro punto importante de la estrategia de Clear es la de no confiar exclusivamente en la motivación y en lugar de ello, crear un entorno favorable para que los nuevos hábitos sean más fáciles y los malos más difíciles.

Es por todo lo anterior que te presentamos 5 recomendaciones del tan afamado libro, que pudieran ayudarte a cambiar hábitos negativos por positivos y de esta manera cambiar tu estilo de vida y probablemente tu forma de ser.

  1. Concentrate mas en el proceso que en la meta.

Divide tus hábitos en pequeños componentes o tareas muy simples como parte de tu rutina diaria como por ejemplo preparar tu ropa deportiva antes de irte a dormir y ponerla en un lugar muy accesible para no tener que decidir que usar o buscar esta al inicio del día que estás adormilado.

 

 

 

  1. Haz que los buenos hábitos sean atractivos y fáciles de realizar.

No construyas hábitos complejos ni te enfoques sólo en el resultado. Disfruta del camino tanto como de la meta. Enfócate solamente en levantarte temprano y salir de tu casa. Ya afuera de ella, lo demás es consecuencia de este solo paso. No pienses en todo lo que tienes que hacer, solo piensa en salir de casa a la hora indicada.

  1. Diseña tu entorno para que los buenos hábitos sean más probables que los malos hábitos.

Si eres un fumador compulsivo, en lugar de dejar la cajetilla de cigarros en el buró de la cama, déjalos en el refrigerador, para que tu primer impulso no sea fumarte un cigarro por ejemplo.

Si por ejemplo vemos la TV mucho tiempo antes de dormir, una acción simple podría ser quitarle las pilas al control remoto o sacar la TV de la recámara para evitar que el hábito de ver series o películas hasta altas horas de la noche, sea más incómodo que descansar en nuestra cama o tener que buscar las pilas para el control, con lo que desalentamos esta costumbre que afecta nuestro sueño.

Pon el celular y la TV fuera de tu recamara y cierra la puerta para concentrarte en dormir, usa un celular viejo sin wifi para escuchar música que te relaje y te permita levantarte temprano con buen ánimo. Agrega una rutina de meditación previo a dormir si te es posible, o ponte un libro complejo en el buró de tu cama y úsalo para aburrirte y ganar sueño.

  1. Créate una identidad para aceptar tu hábitos.

No es lo mismo decir, “voy a correr”, que decir “soy un corredor”

Clear afirma que una de las formas más poderosas de cambiar tus hábitos es “cambiar tu identidad”.

Al sentirnos como parte de una identidad definida, poco a poco podremos ir aumentando medidas que sean consistentes con esa identidad. (Comprar calzado de corredor, dejar de fumar, comer mejor etc.)

  1. Aprovecha el poder de las pequeñas victorias.

Celebrar pequeñas victorias como por ejemplo dormir temprano, puede ser un paso gigante hacia la obtención de hábitos más grandes.

Usa algún tipo de apoyo visual como una caja de clips y por cada día que cumplas tu tarea, pon un clip en un vaso en tu recámara para que puedas poco a poco notar como los logros se van acumulando.

Conclusiones.

Los hábitos surgen al paso de la vida, algunas veces llegan a nosotros sin siquiera darnos cuenta, son los responsables de nuestra buena o mala salud y tal vez de nuestra buena o mala fortuna, son los responsables de las acciones y hasta de las relaciones que tenemos y mantenemos.

Cambiar hábitos nos pueden conducir a forjar nuestro destino, recuerda que como lo dijera el empresario estadounidense Jim Rohn;

“Si realmente quieres hacer algo, encontrarás la manera. Si no lo haces, encontrarás una excusa”

Ten en mente que la motivación es lo que te hace empezar, pero es el hábito el que te hace mantenerte en marcha, también recuerda que las personas exitosas se preparan, que la disciplina es el puente entre las metas y los logros, y que como él mismo Rohn expresa, debemos aceptar que debemos sufrir una de dos cosas; o el dolor de la disciplina, o el dolor del arrepentimiento y la desilusión, el dolor del fracaso.

La vida se vive solo una vez, entre más disciplinado seas con hábitos saludables estarás construyendo un mejor futuro para ti y los que te rodean.

Recuerda que el camino fácil no siempre es el mejor camino.

 

Fuentes: Hábitos Atómicos, (James Clear), Wikipedia.